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30 Agosto 2016 | Vanessa Vieira

Leyes de China determinan una multa alta para las empresas que frauden a las boleterias

Además de la novedad legislativa, la cuota para cintas locales y la censura fueron ampliadas

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(Foto: Well Go USA)

El mercado Chino de cine es conocidamente difícil de entrar gracias a la censura del país y otros mecanismos legales que priorizan los títulos locales. No obstante, su reputación aún está relacionada a fraudes de boleterias, lo que diminuye la confianza de empresas internacionales en el sector.

Tanto que, en marzo, autoridades gubernamentales comunicaron que un mayor reglamento con la acividad cinematográfica es una de las prioridades del 13º planeamiento de cinco años divulgado por el Congreso Nacional del Pueblo. En el mismo mes la distribuidora Max Screen fue punida por fraudar los resultados de Ip Man 3, por esto, fue prohibida de lanzar cualquier contenido durante un mes.

Pero, por lo que parece este tipo de castigo no fue considerado suficiente por el gobierno que, de acuerdo con el portal local Xinhua, divulgó un proyecto de ley que establece una multa inicial de meio millón de la moneda local, el Renminbi o Yuan – lo equivalente a US$ 74,8 millones. El valor será aliado a otras medidas que las compañías que frauden las boleterias tendrán que aceptar.

El proyecto de ley también determina que todos los cines Chinos deberán tener contenidos nacionales en dos tercios de sus salas, ampliando la cuota mantenida por medio de otros mecanismos como benefícios a los exhibidores.

La censura, inclusive, será alterada. De las películas de Hollywood, un que todavía no tuvo fecha de lanzamiento en el país y que sigue en la expectativa de ser impedido es Deadpool, que internacionalmente sumó US$ 782 millones, un número expresivo para un film clasificado para mayores de 18 años en la mayor parte del mundo.

La ley, presentada por el gobierno Chino, amplía la censura y una circular divulgada esta semana establece que deben ser impedidas cintas que promuevan estilos de vida "occidental", ironicen obras clásicas de la literatura local o incentiven “comportamiento decadente” como hedonismo. La única excepción es de que las cintas puedan pasar por la censura si mandasen un mensaje positivo y títulos que sean abiertos para todas las fajas etárias deben ser priorizadas.

Los productores y estudios que tengan sus títulos prohibidos pueden sufrir sanciones como la anulación de sus licencias para producción cinematográfica.

Aún no se sabe cuales serán las consecuencias de estás nuevas exigencias del gobierno de China. No obstante, las boleterias locales han crecido de manera más moderada este año con una baja significativa en julio, período en que los títulos nacionales son aún más privilegiados en relación a los extranjeros por causa de las vacaciones escolares. Solo en las dos primeras semanas de agosto, fueron registradas reducciones de 45% en la venta de entradas si comparadas a las de 2015. Según analistas, una de las causas de esta baja sistemática de boleterias es la mala calidad de los roteros de las películas locales aprobadas por la censura, que aún son obligados a pasar sempre ideales como patriotismo y han usado la presencia de estrellas que ni siempre son adecuadas a los papeles, pero que llaman la atención por su fama apenas.

La cuestión es que restringir aún más los lanzamientos que llegan a las pantallas puede desacelerar el sector Chino de cine que, si por un lado es un fuerte concurrente de Hollywood, por otro es uno de los mayores mercados que ha garantizado las grandes boleterias para los blockbusters de los principales estudios de la industria. De esta manera, la expectativa divulgada por analistas en 2015 de que el sector Chino de cine pasaría al Norteamericano en 2017 no debe concretarse.

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