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14 Diciembre 2018 | Roberto Sadovski

Magnate revela planes para el circuito Landmark Theaters

El inversionista multimillonario Charles S. Cohen compró la red de cines independientes tras años de "enamoramiento"

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(Foto: Cultural Services of the French Embassy)

Fueron siete años de intentos que finalmente resultaron. Como antes informamos aquí en el Exhibidor Latino, el distribuidor, productor y magnate de los inmuebles Charles S. Cohen finalmente adquirió la red de cines Lardmark, del inversionista Mark Cuban. Cinéfilo notorio y apasionado por la preservación de la memoria del cine, Cohen ahora tiene su propia red. La pregunta que queda en el aire es: ¿cuál es el próximo paso? 

En entrevista con Variety, el multimillonario dijo que es hora de arremangar las mangas y entender cómo representar a Landmark hacia el público, sin que la red pierda sus características y, en especial, garantizando espacios en el cine para producciones extranjeras y películas independientes. No se han revelado los detalles de valores de la negociación (el mercado especula algo alrededor de 75 millones de dólares), pero se sabe que contempla 52 cines con 252 salas en 20 mercados.  

Antes de que Cohen diera su oferta final, Netflix y Amazon  mostraron interés en adquirir los cines, especialmente en esta época en la que las plataformas de streaming viven una verdadera guerra fría con las exhibidoras, usando lanzamientos con ventanas pequeñas con la intención de clasificarse para los premios Óscar. "Soy un gran entusiasta de la experiencia cinematográfica", dijo Cohen. "No hay nada mejor en la vida que ver una película creada por alguien que ha puesto su corazón y su alma en su trabajo. La gente quiere ver en una pantalla grande y quiere compartir esa experiencia con el público". De forma política resaltó que toda plataforma tiene su mérito y que cualquier acción que haga que el cine llegue al público necesita apoyo. 

Landmark es uno de los grandes socios de Netflix: a diferencia de otras redes como AMC y Cinemark, la red independiente abre espacio para que la gigante de streaming exhiba sus películas en la gran pantalla, aunque sea por un corto período clasificatorio. "Creo que no importa quién está distribuyendo la película", comentó Cohen. "Si Landmark tiene la capacidad de ceder su espacio, y si es el trabajo de un gran cineasta, entonces es algo para ser celebrado”, dijo. El caso más reciente y notorio es el de Roma, la obra maestra de Alfonso Cuarón, que está en cartelera en las salas de la red antes de su estreno en Netflix.

Sin embargo, Cohen entiende que la cuestión de la ventana de exhibición mínima es un problema a ser discutido por todos los involucrados (desde grandes estudios y redes de exhibición a distribuidoras y plataformas de streaming). "Es hora de que todos piensen en una solución que funcione", sugirió. "Lo que sé es que nunca tuvimos tantos lanzamientos. Solo en Nueva York son entre 20 y 25 nuevas películas cada semana ¿No es genial tener varias opciones para verlas a todas? "El inversionista recordó que, anteriormente, la única opción para ver una película fuera del cine era buscar una copia en 16 mm en la biblioteca pública. "El problema es el dinero usado para promocionar un estreno en miles de pantallas", dijo. "Yo entiendo la lógica de cubrir el mayor número posible de salas, pero al final el único que necesita una solución es el público." 

Curiosamente, Charles Cohen no tiene planes para integrar algunas innovaciones de los cines modernos en su red recién adquirida. Es decir: nada de comida gourmet, nada de asientos reclinables: lo único que importa, lo único que llevará al público al cine es la calidad del filme. "No creo que usted deba ir al cine para tomar una siesta", bromeó. "Veo un montón de atractivos así, como cenas servidas en las salas, sillones que casi se convierten en camas. Creo que todo eso no es más que distracción. Eso quita la seriedad de la percepción de lo que el artista está ofreciendo al público". O sea, nada de butacas con movimiento y ráfagas de aire en Landmark. "Para filmes independientes, extranjeros o de arte, además de películas clásicas, que son mi pasión, la atmósfera y el lugar son muy importantes". 

Y no piense en agarrar el teléfono para enviar un texto en los cines de Landmark: "¿Por qué no dejar que el público también cambie su ropa en el cine? Y tal vez tomar una ducha.... ".

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