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09 Noviembre 2018 | Roberto Sadovski

Blumhouse recauda 4 mil millones de dólares ofreciendo a los directivos la libertad creativa

El éxito de la productora demuestra la disposición casi infinita de la audiencia por el terror y abrir la cartera a películas del género

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(Foto: Universal Pictures)

Cuando Jason Blum llegó a Brasil el año pasado, en el lanzamiento de otro capítulo de la serie La noche del demonio, dijo que la creación de su productora, Blumhouse, no obedeció a ninguna fórmula de éxito, que la idea era "hacer las películas que nos gustaría ver". De ahí surgió Actividad Paranormal en 2007, el terror de bajísimo presupuesto (15 mil dólares) que obtuvo una fortuna (194 millones de dólares). El toque de midas de Blun se elevó al primer escalón. Creó nuevas series (12 horas para Sobrevivir), rescató carreras (él produjo Los huéspedes, de M. Night Shyamalan) y llegó a los premios Óscar con Whiplash (que no tiene nada que ver con terror), además de ¡Huye!.

El éxito de la nueva Halloween, que ha recaudado hasta ahora 230 millones de dólares en todo el mundo, impulsó las arcas de Blumhouse más allá de los 4 mil millones de dólares globales. Nada mal para un trabajo iniciado hace poco más de una década, que sigue el mismo modelo: recortar costos de producción, disminuir salarios a cambio del porcentaje en las ganancias y dar a los directivos el control creativo sobre los proyectos, lo que compensa presupuestos menores (un promedio de 5 millones de dólares, lo que no pagaría ni el almuerzo en el set de Avengers: Infinity War). Los beneficios, no es de extrañar, son enormes y continuos, ya que gran parte de las películas se transforman en series de éxito, e incluso los fracasos no pesan, justamente por la pequeña inversión en primer lugar.

¡Huye! y Halloween ya despiertan los rumores de posibles secuelas. El propio Blum habló recientemente acerca de esto. "¡Huye! solo funciona si la idea surge de Jordan Peele (director). Cualquier otra forma mancharía la calidad de la primera película", dijo. "No me corresponde a mí alentarlo o lo contrario. Jamás crearía esa presión. Hay que partir de él". La posibilidad de que Halloween tenga una secuela es más plausible, principalmente con los resultados del reboot firmado por David Gordon Green. "Espero conseguir el regreso del equipo y, de ahí, elaborar una dirección que nadie espera", concluyó. Es decir, todo está en manos de Green, de Jamie Lee Curtis y, por supuesto, de John Carpenter. Si Jason Blum no se inspira en el fatídico Halloween III, el único de toda la serie sin el icónico Michael Myers, ya es una victoria.

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